Artic Dome: Historia (Parte 2)

Sigamos con la historia que comencé a contar hace unos días:

“Ante el ataque de los moradores de la tundra, los seres humanos desarrollaron defensas que repelían sus ataques bastante efectivamente. Ya que las temperaturas eran tan bajas que los humanos no querían ni podían salir al exterior, tuvieron que inventar un sistema de defensa controlable desde dentro de la cúpula. Para solucionar esto inventaron una serie de torres teledirigidas. Desde dentro de la ciudad se decidía donde situar estos sistemas de defensa, y por coordenadas se lanzaba un misil que impactaba en el blanco, plantando una torreta defensiva. Pero había otro problema, y era que no podían instalarse sistemas de suministro de energía para dichas torretas. Tampoco era necesario (pa chulos ellos sabes). Gracias a la tecnología del teletransporte, podía teletransportarse energía desde el interior de la ciudad a las torres del exterior. Cada torre poseía un nodo único dentro de la ciudad, que recogía energía que luego enviaba a su torreta para que esta pudiese funcionar.
No era un sistema excesivamente caro, y las ciudades de la tierra resistían con este sistema sin problemas. Bueno, sin problemas tampoco, que si no este juego no tendría gracia.